lunes, 1 de agosto de 2011

He aprendido mucho de la vida, sé muy bien cuanto son dos más dos, también se que no hay que meterse donde no me llaman, que no siempre hay que ser buena que tienes que tener ese punto de mala ese toque de chica mala.
Y sé muy bien lo que es enamorarse, es sufrir es llorar noche tras noche, y el único testigo de eso es la almohada o mi peluche favorito con el que me pongo hablar y a contarle mi vida como una tonta pero y ¿qué? Si con eso me desahogo, ahora sé que la vida no es toda como cuando eres pequeño color de rosa, cuando creces te das cuenta de que esta vida te machaca de que no puedes quedarte hay sufriendo por algo imposible y sé muy bien que no siempre hay que llorar por un chico que no sé merece ni que hables de él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario